El PIT-CNT y la FEUU (Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay) están convocando a una marcha para que en Octubre el pueblo decida entre "construir la historia o volver al modelo de los 90s". Sin que se aclare necesariamente a que se están refiriendo, cualquiera con dos dedos de frente sabe que la referencia es clara: votar a Mujica es un paso adelante, votar a Lacalle es retrógrado y nocivo.
Esta clase de posicionamientos no es novedosa, teniendo tanto la central obrera como la estudiantil un largo historial de medidas y manifestaciones respecto de los más diversos temas de categoría política, como pueden ser la visita de George Bush, el último plebiscito sobre la estatización de los servicios para proveer agua potable, etc.
¿Deben los sindicatos (de trabajadores, de estudiantes, etc.) tomar posición sobre asuntos que en principio son ajenos a su órbita de influencia, como por ejemplo en una campaña política? ¿Pueden los sindicatos tener posiciones en temas políticos? ¿Cómo pueden agrupaciones, que se auto-denominan como nucleadoras de TODAS las personas de su área de acción, tomar posición sobre temas que claramente dividen a sus 'integrantes'?
Estos posicionamientos responden más bien a que existe una correspondencia muy clara entre estas centrales sindicales y ciertos grupos políticos, en particular muchos asociados con la extrema izquierda (Partido Comunista, MPP, grupos anarquistas) y responde a una realidad histórica que en el caso del PIT-CNT se remonta a mediados del siglo XX (una referencia interesante de este tema se puede encontrar en Orientales: Una historia política del Uruguay, tomo 2, de Lincoln Maiztegui Casas).
La discusión es incluso más antigua, y en Uruguay tiene un antecedente anterior en la Asociación Rural del Uruguay que históricamente tuvo una discusión referente a si correspondía que la misma accionara como un actor político o no.
Personalmente creo que el daño mayor se hace al tratar de pasar gato por liebre: si se quiere tener un sindicato con línea política (lo que no es del todo absurdo, aunque entrevera cosas que en principio podrían estar separadas y creo que al final redundan en una pérdida de efectividad para el sindicato como actor en su área, ya sea de trabajo o estudiantil), entonces esto debe blanquearse y no tratar de ocultarlo detrás de la fachada de 'un gremio de todos'.
Lamentablemente, tanto el PIT-CNT como la FEUU tratan de hacerse pasar por plurarles o apolíticos (la FEUU se define como 'apolítica' en su propio estatuto), cuando claramente llevan una intencionalidad política. Más preocupante es cuando ambas centrales constantemente desconocen la existencia de otras agrupaciones por fuera de ellas mismas. En ese momento se vuelve totalitarismo: no se reconoce a nadie que actúe por fuera, y además a los que actúen por dentro se los obliga a posicionarse respecto de ciertos temas donde es sabido que no hay consensos.
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