El presupuesto universitario es un tema de constante discusión y muy amenudo las autoridades universitarias se quejan de que es insuficiente para realizar las tareas que se les encargan. El ejemplo más flagrante de esto son las permanentes amenazas de que el Hospital de Clínicas va a dejar de funcionar por falta de recursos.
Ante esta situación, el Consejo de la Facultad de Medicina hizo lo que debía: reveer de dónde era posible ahorrar dinero para utilizar con otros fines. Fue así que -previo llamado a licitación- decidió que los sueldos de los funcionarios de dicha Facultad se comenzaran a pagar mediante el Discount Bank (hasta ahora se usaba, como en el resto de la Universidad, el BROU), pues era el que ofrecia la mayor cantidad de beneficios al costo más bajo.
Pero como siempre, alguien tenía que poner el palo en la rueda. Los trabajadores del Clínicas (o al menos los nucleados en la UTHC) decretaron un paro, porque "Estamos hablando de una facultad pública, que está al servicio del pueblo. Sería como ilógico trabajar con un banco privado y no apoyar al banco país". Junto con ésta se esgrimieron otras excusas que en tratan de justificar lo mismo: la ideología de los dirigentes gremiales no permite trabajar con -horror- ¡un banco privado!.
Yo pregunto, si le dieramos a cada funcionario la opción de elegir mediante que banco cobrar, aclarándole que la diferencia de costos entre uno y otro banco debe ser abonada por el mismo funcionario, ¿cuál elegirían?.
Pero claro, si uno puede trabajar con dos bancos distintos, que no cuestan lo mismo pero que alguien más se encarga de subsidiar la diferencia -en este caso el conjunto de los uruguayos- es muy fácil ponerse a sostener romanticismos ideológicos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario