Gran parte de la idea de 'Frente Amplio' en el imaginario popular -particularmente entre sus militantes, pero también en gran parte de su electorado- se construye sobre una premisa: el Frente Amplio es una nueva manera de hacer política y -más recientemente- de administrar el estado que discrepa radicalmente con todo lo que se hizo en este país durante doscientos años.
Lo vemos en todos lados, desde la promesas electorales previas al 2004 donde se prometía un "cambio" hasta los avisos electorales actuales donde se promociona lo hecho durante los pasados 4 años y medios como si fuera una refundación del país y un cambio de 180° en su dirección de avance. Posiblemente sea este carácter mesiánico el que haya ilusionado y esperanzado a tanta gente, y probablemente sea esta también una buena justificación para el crecimiento abismal de su electorado en los últimos 20 años (recordemos que inclusive hasta las elecciones nacionales de 1994 eran el 3er lema en intención de voto).
Pero este sentimiento no es más que un espejismo propagandístico que no tiene ningún asidero en la realidad política y gubernativa de lo que ha mostrado ser el Frente Amplio. Sin intentar ser exhaustivo, voy a presentar algunos ejemplos utilizando los "méritos" que el mismo Frente Amplio resalta:
- El crecimiento económico de este país posterior a la crisis del 2001 comenzó en el 2003 y no el 1ro de marzo de 2005 (un crecimiento que se frenó en el 2009, donde la economía va en vías de contraerse según datos oficiales). Más aún, dicho crecimiento que sí fue superior a la media mundial, no fue superior al de ninguno de nuestros gigantes vecinos: Argentina y Brasil. Conociendo la influencia que tienen las economías de estos países sobre la nuestra, ¿hasta dónde cabe señalar eficiencia administrativa y hasta dónde efecto arrastre?
- La deuda externa se diversificó, se le pagó al FMI, y alguna otra cosa más. Pero lo que seguro no ocurrió fue la disminución de la misma, que se encuentra en valores que lo colocan a nivel mundial entre los 30 países con peor relación deuda externa/PBI.
- El "gasto social" incrementado no tuvo los efectos maravillosos que se dicen. La reducción de la pobreza en el período 2005-2009 es menor a la reducción de la pobreza en el período 1990-1994 (gobierno de Lacalle). Adicionalmente, la distribución de la riqueza no tuvo ninguna mejora sustantiva respecto de los indicadores al comienzo de este gobierno, y se mantiene aún peor que a comienzos de la década de los 90. Y todo esto es sin entrar en la discusión de como el INE cambió sus criterios de clasificación económica, bajando de hecho las cifras de pobreza e indigencia respecto de las medidas anteriores mediante tecnicismos tales como bajar la línea de pobreza y sumar la cuota mutual correspondiente por FONASA a los ingresos percibidos por la población.
- Algo similar ocurre con el famoso 4.5% para la educación, que sorprendentemente llegó pero que no logró más que aumentar mucho los sueldos de los funcionarios (algo que no es completamente demerecido) pero que también trajo absurdos como una Universidad de la República que no sabe en que gastar su dinero (butacas por ejemplo) pero que no es capaz de mantener funcionando al Hospital de Clínicas durante todo el año por falta de fondos.
- El clientelismo no se terminó. El número neto de cargos de confianza aumentó (con sonados casos que involucran a familiares de Marina Arismendi y Ricardo Ehrlich, por ejemplo) y se destrabaron los mecanismos de ingreso al estado (por lo que no se habían podido ingresar ningún tipo de funcionario público durante una decena de años), totalizando casi 30.000 nuevos cargos en el estado según la Oficina Nacional del Servicio Civil. Para peor estas cifras se trataron de disfrazar alegando que muchos casos eran "regularizados", como si los becarios y pasantes no hubieran sido contados por parte de la ONSC en gobiernos anteriores. Un insulto a la inteligencia de la gente.
- La corrupción estuvo presente. Tanto en la primera intendencia de Arana (con el secretario personal de Arana, Mario Arean), como en la segunda (Bengoa). Alguna causas continúan abiertas contra el mismísimo vicepresidente Nin Novoa y también estuvo el resonado caso de Nicolini y su 'carnet de pobre'. En ningún caso el gobierno "honesto" del FA realizó ningún esfuerzo por facilitar la investigación de las causas o destituir a los implicados (Bengoa ocupó su cargo hasta el día antes de ir preso).
- El nuevo sistema de salud (del que en los papeles soy partidario) no le brinda cobertura sanitaria a ningún ciudadano más que el viejo sistema. Por el viejo sistema de salud, el MSP (más bien ASSE) estaba obligado a darle cobertura sanitaria a todos los habitantes de este país en caso de que ellos no se la pudieran procurar. Entonces, las 180.000 personas a las que se les "dio cobertura sanitaria" son ficticias y, en el mejor de los casos, lo que se permitió es que esas 180.000 personas puedan recibir su atención en una mutualista y no en ASSE (lo que admito, es un logro no menor).
Entiendase que esto no pretende ser una prueba de que este último gobierno haya sido malo, pero como todos ha tenido sus cosas buenas y de las otras (una discusión que ya di en un post aparte). Lo que si pretendo lograr es desmitificar al mismo, y clarificar las cifras de este gobierno de "cambio" para que tengamos bien claro que es lo que realmente se avanzó y que cosas son un simple artificio propagandista.
Fuentes:
El País 26/07/09
INE
ONSC
Algunos datos sobre desigualdad
Deuda externa